Una mujer, ahora ya mayor que compra pan aunque no pueda comerlo. Que lo deja poner duro.. y todo porque no puede desprenderse del recuerdo de su padre panadero, del recuerdo de la ausencia de ese preciado manjar a causa de la guerra... que ahora no puede alimentarle físicamente pero que le enriquece espiritualmente.
La chica de la taquilla del cine, con su amabilidad y percepción de las pequeñas cosas. Una chica sencilla, que si estás receptivo te da un momento de bienestar solo con una sonrisa.
La bibliotecaria, que cuando atiende el teléfono... lo hace formalmente, pero cuando me río sorprendida por la música de espera totalmente diferente a la habitual... se ríe conmigo porque nunca la ha oído.. y nos tratamos personalmente. Eso somos nosotros.
Y qué pasa con el camarero que se siente bien y se muestra espontáneo, saliendo de esta forma una conversación natural. Nos cambia el rostro, la postura.. ahí estamos vivenciando el momento.
Y el momentazo que me regala mi hijo mayor que ahora tiene diez años.
Final de curso... ¿quién va a repetir?. El estuvo a las puertas.. pero yo valoro su esfuerzo de ir responsabilizándose de sus deberes, de organizar su tiempo y hacer lo que puede. Poco a poco, me quedo con su actitud.
Bien, había otro niño que igual repetía, Alex. Mi hijo me cuenta que se apartó un poco y le salieron unas lágrimas.., vino otro compañero a consolarle y también otro, y otro , otro.. toda la clase llorando. Se lo permitieron a si mismos. Palabras de mi hijo.
G.- Ama, Alex es un buen niño, es majo, amable y ayuda cuando lo necesitamos.
Yo.- Es cierto cariño y tiene que sentirse muy orgulloso de que le quieran tanto, por
como es.
¿Acaso ese no el mejor resultado?. Los otros ya llegarán.
(A esta edad ya empiezan a estar condicionados pero todavía hay mucha naturalidad).
G.- Después entró una profesora y nos dijo que ya vale de llorar, que no pasa nada, que sólo puede
repetir, que va a seguir en el cole..
Yo.- Bueno, es posible que se sintiera incómoda al ver a todos tristes.
G.- ¿Porqué no podemos llorar si así nos sentíamos todos?.
Yo.- ¡¡
GRAN PREGUNTA!! No te sientas mal por hacerlo, es sano llorar de emoción.
(desde aquí mismo nos condenan por hacerlo, somos ñoños, débiles..ellos también lo han aprendido
así. Sin percatarnos de que los niños solo están mostrando sus sentimientos de manera natural. No
están relacionando que llorar puede traer resultados positivos ó negativos, o que son menos por ello. Lo hacen sin más. Les daba pena que Alex repitiera, pero lo aceptaban).
G.- Pero amá, ¡al final sí pasa de curso y todos nos pusimos muy contentos y lloramos más y le
abrazamos!
Yo.- Que bien cariño.. habéis experimentado llorar de tristeza y de alegría. ¡Ahí está la vida!.
CONCLUSIÓN: Y así vamos creciendo.. reprimiéndonos en mayor o menor medida, según lo duro que
sea nuestro entorno.. Y sólo mostramos la "debilidad" y el afecto,en la intimidad.. sobre
todo los hombres.. ¿Somos conscientes de todo lo que nos perdemos?.
El otro día interactué contigo, Gala encantadora y me llene de buena energía. Salí a la calle receptiva, observando mi alrededor.
Me fui encontrando primero con Elena que se ha quedado viuda hace un mes. Una buena mujer casada con un buen hombre. Mucha gente les quería. Regentaban un comercio, aunque ahora ya estaban jubilados. Toda una vida juntos.
Supongo que está al principio del duelo, todavía no se lo cree. Hablé un poquito con ella, le dí un abrazo sentido.. más no podía hacer.
Seguido pasó una mujer también viuda desde hace dos años. Jubilada, se encuentra en otra fase del duelo.. y después de trabajar toda su vida, a pesar de los achaques.. es ahora cuando más está viajando. Se lo está permitiendo.
Y por último, llegando a mi casa me topé con Aurora, que su marido entrañable, murió hace ya tres años. Ella me contó algo curioso.. me dijo..
A- Que tonta soy, cuando voy al cementerio veo su foto y le veo serio.. luego leo un rosario y le
observo contento. ¡Ay la mente!
Yo: Bueno, que bueno que sepas que es tu mente la que manipula para protegerte. Y no algo divino.
¿Acaso esa sonrisa del difunto es para acallar tu sentido de culpabilidad porque ya no quieres ir?
A- Es que siento que tengo que acordarme de él.. y luego estoy mal.
Yo-¡Dios mío, corazón,! ¡TENGO!, es OBLIGACIÓN. ¿Porqué, porque ya no te acuerdas todos los
días, porque no lloras su ausencia?.
¡Qué bueno que sientas que ya no le echas de menos! ¡Qué puedes vivir sola!. Tu le has querido
cuando estaba vivo y ya no está. ¡ Cómo nos pesa el juicio de condenarnos como si fuéramos
malas personas por no sentir tristeza!.
Pero si no la sientes no puedes obligarte.. ahí viene el conflicto.
Cuando sentías dolor en tu corazón como ahora lo siente Elena..no podías obligarte a estar bien..
Ha pasado tiempo dando los pasos necesarios para ti.. y lo que antes era un consuelo como el
acercarte al cementerio,ahora se convierte en una obligación.Tal vez es el momento de dejar de ir,
aceptar que lo hacías por ti.El está donde esté y estará bien.Que sientas bienestar, no significa que
no le hayas querido. Libérate de ese pensar y goza tu vida con las cositas que haces día a día sin
sentirte mal. Piénsalo Aurora..
Y entré en mi casa sorprendida con la vida y las personas.. que cuando desnudamos un poquito
de alma.. tenemos tanto en común..
Estaba llena, tranquila, bien.. y nada tenía que ver con el dinero.