sábado, 26 de octubre de 2013

Carta a mi jefa

¡Hola Ana!

         Otra vez aquí, escribiéndote. En otro tiempo, siendo las mismas pero más crecidas interiormente.

         Me apena enormemente tu partida...pero igualmente la comprendo aunque no la comparta y finalmente no es esta ciudad tu destino...sino Donosti o quién sabe dónde...
    
         La vida va y viene porque no se detiene. Encontrarás gente nueva en tu camino. Gente que se queda para cuando la necesites, gente que te aportó lo mejor de si misma, también lo peor...pero que si te tuvo cerca, seguro se mejoró.

         Así eres tú. Alma de alegría y comprensión. Firme y motivadora. Despilfarradora de empatía. Feliz tienes que sentirte de ser como eres, por el bien que provocas allí donde vas. Con tu sonrisa, tus ojitos siempre alegres, tu manera de andar, de estar y saludar todas las mañanas. Toda tu radiando bienestar.

         Eres valiente. Afrontas situaciones difíciles que seguro te ayudan a crecer. Optimista, el mundo necesita gente como tú. ¡Qué buena tu responsabilidad!, la cuál, la utilizas para unir y comprender y no juzgar y separar ocultando inseguridad a través del poder.

         Comprendo que a tí también te entristezca cada vez que tengas que partir...pero no aferrarnos a las cosas y a las personas como único camino, nos ayuda a desarrollar la adaptación, el crecimiento y la sabiduría. El conocernos a nosotros mismos ante nuestras propias dificultades. El poder gozar los momentos sin perder el tiempo en caminos que no son los nuestros. El aceptar a las personas como son sin alterar nuestro ser, solo agrandándolo con lo positivo...observando lo negativo y absorviendo lo que sea constructivo.

          Sigue repartiendo amor allí donde te encuentres. Das lo que tienes y amor tienes mucho. Cuando damos sin esperar...con el mismo hecho de darlo ya estás recibiendo.

         A alguna persona has llegado más que a otras, pero seguro para ninguna has sido indiferente. Ahora queda en cada una de nosotras mantener el legado que nos dejas.

        ¡Hasta cuando te enfadas eres un amor!

        Si eres como eres, aunque tu camino no se presente fácil, sabrás transformar las piedras que encuentres en el camino en flores silvestres, y si cuando te vayas, quieren volver a ser piedras...decisión de ellas. Yo elijo seguir convirtiéndome en una flor que muere y renace cada día.

        Bueno preciosa, yo y mi filosofía. Sabes que te deseo todo lo mejor de corazón. Que confío que así será porque está en ti y es un hecho. Y que solo los que pueden verte serán agraciados con tu dicha o tu desdicha. Yo me quedo con tus ojos expresivos y tu sonrisa. 

       Pienso que si en nuestro paso por la vida podemos aportar algo bueno a alguna persona y ayudarle...ya ha merecido la pena nuestra existencia.

       Sabes que aquí tienes un corazón siempre dispuesto para lo que de mi necesites y que yo te pueda dar.

Un besazo

Me alegro que hayas sido mi jeja y haberte compartido como persona.

¡HASTA SIEMPRE!

lunes, 14 de octubre de 2013

Carta un hombre mayor..

¡Hola Hermógenes!

        
       Cuando empecé esta carta no tenía el gusto de conocerte..y esperaba impaciente poder hacerlo y darte un abrazo.  Qué bueno que lo haya hecho, no sabes cuánto me alegro.

       Ahora ya sabes quién te escribe, ya puedes ponerle cara y voz a estas palabras.
       Bendito hombre, íntegro y callado con gran capacidad de sufrimiento. Soraya me ha hablado de ti..desde ella.. Poco sé de vosotros..qué conocéis el hospital desde hace mucho tiempo como vuestra segunda casa. Que el amor que os tenéis inunda cada sala, cada lugar que habitais..llegando instantáneamente a cualquiera que esté presente capaz de percibir.
      ¿ Cómo no van a atenderos bien, si tú, en este caso, eres el primero en hacerlo con respeto..siendo consciente de tu corazón enfermo, comprendiéndolo y  aceptándolo?. Colaborando con tu saber estar, con tu cuerpo. Para un médico tienes que ser el mejor paciente. Siempre dispuesto a ayudar, confiando en el equipo profesional que a buen seguro te quiere curar y que si lo consiguieran lo querrían celebrar. Celebrar de espíritu de verdad. Y ya han podido hacerlo porque has conseguido un corazón entero que te ha permitido llevar a tu hija del brazo hasta el altar.
     Entraste andando, todos emocionados...hasta el mismo día muchos no sabíamos si estarías..
     Tu eres una lección de amor y humildad. Tal vez precisamente por lo que has vivido desde tu infancia, sabiendo apreciar lo que tiene valor de verdad. El amor entre las personas.
     Cuidaste día y noche a tu mujer, con un cariño y un amor admirable y ahora que se ha ido..estás tu delicado..Tu actitud y tu sonrisa alegre me conmueve.

     Para mí, las emociones, sentimientos, las historias de la gente desde la sinceridad, sin miedo..son ¡VIDA!.  Y tú, aún en tu estado, eres un ejemplo VIVO de ello, queriendo vivir aunque tengas momentos bajos.
     Tus cuatro hijos tienen la suerte de tenerte, de ser conscientes de tu presencia y darse cuenta, que no solo su madre era fuerte.  Ánimo con esa entereza, y cuando te sientas débil yo te abrazo desde aquí dándote toda mi fuerza.
     Vive cada instante, que tu sabes mejor que nadie, que no es para siempre.  Gózalo, llenate de ti en tus momentos de silencio, porque aunque tengas un corazón limitado, el otro corazón es intenso.
     Gracias por ser así, tranquilo y valiente para hacer frente a cualquier cosa que te llegue..y te ha llegado, y muy bien lo has llevado.
     Gracias por vivir y aportar tanto amor.
     Un abrazo lleno de calor y comprensión.
Fdo.; Rescatadora de momentos