lunes, 17 de febrero de 2014

Carta de una hija a su madre

Hola mamá:

       Cómo hablarte y expresarte todo lo que siento. Toda una vida ocultando sentimientos, engañándome, huyendo del dolor de la incomprensión.

       Hoy he visto por vez primera las cosas más claras. Me he dado cuenta que estaba asustada de mi misma, que renegaba de mí por parecerme a él, al que tanto detestabas.

       Yo te quiero y estoy agradecida por el cuidado y amor que me has dado. Soy consciente que ha sido duro y entiendo que las emociones negativas que tienes hacia mi padre son tuyas pero no mías.

       Vuestra relación no funcionó, está bien, no es culpa de nadie. Tú hiciste lo que tenías que hacer, te separaste para darte otra oportunidad de ser feliz, pero volcaste tus rencores en nosotras. Comprendo que no fue sencillo, que yo era una niña que necesitaba a su madre y a su padre. Que no podía elegir a quién no amar, que anhelaba a los dos, pero que demostrarlo por mi padre...era para ti una traición. Yo no quería hacerte daño, pero todo este tiempo me lo he estado haciendo yo, escapando, fingiendo, no creciendo.

        Con la enfermedad de mi padre al borde de la muerte...he despertado.  He observado que debía odiarle porque le odiabas tú, que debía despreciarle porque tú lo padecías...pero no así yo. 

        Lo siento mamá si mis palabras te duelen, pero no siento eso por mi padre y decir lo contrario sería seguir mintiendo. Y ya no quiero más mentiras. Quiero amor entre nosotras. Quiero aceptarme como soy aunque te recuerde a él. Quiero crecer y avanzar porque no soy mala persona.

       Soy madre igual que tú, con una hija maravillosa a la que adoro. Quiero disfrutar su crecimiento, con el mío en paz y compartirlo contigo. Quiero una vida nueva en armonía y quiero que sepas que aunque estime reconciliarme conmigo y con mi padre, tengo amor para los dos, no es una competición.

       Si alguna vez quieres hablarme de tus miedos, angustias y preocupaciones...te escucharé sin juzgarte, con el deseo de comprenderte y reconociendo lo que tú eres... MI MADRE por encima de todo.

       Todos crecemos marcados por nuestra infancia, tú la tuya, mi padre la suya y yo la mía. ¿Somos mala gente?. ¡No! Vivimos sufriendo lo vivido sin atrevernos a afrontarnos para superarlo y en esa evasión...damos lo que solo sentimos...DOLOR.

       Soy afortunada por saber y poder decir que quiero a mi hija, a mi madre, a mi hermana y también a mi padre.

            TE QUIERO MUCHO MAMÁ

                                                      DE CORAZÓN.


 

0 comentarios:

Publicar un comentario