martes, 25 de junio de 2013

Carta de una despedida

Te amo sin quererte.
Sin esperar nada a cambio.
Para mi es fácil sentirlo vivenciando lo que soy.
Comprendo que no compartas mi opinión.

No tienes que adaptarte a mí sino a ti.
¿Cómo hacerlo?, ya lo estás haciendo.
Si no te doy lo que  necesitas no quieres estar conmigo.

Yo no quiero hacerte daño, 
nunca ha sido mi intención,
pero mi compañía te daña..
si te doy lo que soy.

Para ti no es suficiente,
es sufrimiento y confusión.
Para protegerte te distancias..
¿Quién quiere a quien?

¿Qué es querer?. Posesión, seguridad, fidelidad, desconfianza, celos, reproches.
¿Qué es amar? Libertad, generosidad, alegría, comprensión, amor.

Yo soy egoísta por no darte,
pero tu te vas si no te doy.

No te estoy reprochando, 
sólo quiero que comprendas..
que somos dos. Uno y uno.
Igualmente egoístas.

Constantemente buscamos el control,
somos tan inseguros que cuando lo perdemos..
nos invade el miedo..
Hasta que lo recuperamos.
Y si no nos pueden dar esa seguridad..
volveremos a buscar en otra parte.

No se nos ocurre que está en nosotros.
En la comprensión de uno.
Así siempre dependemos de otras personas.

Tu crees que tengo valores.
Yo creo que no tengo ninguno.
Me tengo con todo lo que soy.
El valor soy yo, con lo bueno y con lo malo.

¿Cuáles son los valores ideales?
Fidelidad, nobleza, honradez..

Sólo son palabras.
Puedes serlo sin nombrarlas ,
o puedes esforzarte sin sentirlas.

Son palabras hechas para los demás.
Para la relación con otros,
para aparentar.
Poco tienen que ver con uno mismo.

Podemos serlo cuando realmente somos.
Es imposible alcanzarlo cuando nos obligamos,
todo por no defraudarnos.

Quiero sinceramente tu bienestar y felicidad,
aunque no sea conmigo.
 


0 comentarios:

Publicar un comentario